Claves para hacer un buen Mastering
En este artículo vamos a ver puntos importantes para realizar un buen Mastering. Comenzaremos afrontando el tema de los analizadores, que pese a ser herramientas muy útiles y muy necesarias durante el Mastering, a veces, generan confusión, se ignoran o se utilizan de forma incorrecta.
Después, abordaremos el tema de las fases del Mastering, para saber qué hay que hacer y qué no hay que hacer en cada momento.
¿Analizar o escuchar?
En muchas ocasiones hay debate, o confusión, acerca de si se debe de Masterizar en base a los resultados que nos muestren los diferentes medidores de audio, o si se debe de Masterizar en base al criterio del técnico, según lo que sienta que el track necesita al escucharlo.
Los defensores de los medidores de audio defienden que el oído humano en ningún caso se acercará siquiera al nivel de precisión de las modernas herramientas de medición y análisis de audio.
Hay otros técnicos que opinan que la música se hace para las personas y que por lo tanto, debemos de Masterizar siguiendo el criterio de lo que nos gusta a las personas y no de lo que indican los «fríos» medidores.
En mi opinión, como casi siempre en la producción musical, la clave está en el equilibrio.
Considero que ambas posturas son buenas… y malas al mismo tiempo.
¿Por qué son malas?
Porque yo no conozco ningún medidor capaz de medir la cantidad de emoción o el tipo de sentimiento que transmite una canción.
Pero tampoco conozco ningún ser humano que sepa medir los grados de desfase entre el canal izquierdo y derecho en una frecuencia concreta.
Los medidores son buenos en unas cosas y los oídos son buenos en otras, y al contrario.
Hay cosas que los medidores no pueden captar y deberemos de tomar decisiones según nuestro criterio. Y hay otras cosas en las que es mejor apoyarnos en medidores, ya sea para tomar la decisión final o para ayudarnos a tomar una decisión con criterio y que guste al oído.
Veamos cuándo es interesante apoyarse en medidores:
¿Cuándo apoyarte en un analizador?
Hablo de «apoyarte» porque, como digo, considero necesario obtener información de los medidores para ayudarte a tomar la mejor decisión final en base al oído, a nuestro criterio.
Análisis del estéreo
Utilizar un analizador del estéreo durante el Mastering te permitirá asegurarte de que la imagen estéreo sea lo suficientemente amplia sin llegar a estar fuera de fase.
Cuando un track está demasiado abierto algunos sonidos pueden estar fuera de fase. Esto quiere decir, de manera simplificada, que esos sonidos se escucharán muy abiertos en el estéreo, pero pueden sonar débiles y se perderán total o parcialmente (cancelación) si el track se reproduce en un equipo mono.
Es importante consultar un analizador del estéreo para evitar estos problemas. Melda MStereoscope es un plugin gratuito que me gusta mucho para esta tarea.
Una buena idea para acotar el problema es insertar un ecualizador antes del analizador estéreo. Con este ecualizador puedes utilizar filtros para analizar el estéreo de grupos de frecuencia (agudos, medio-agudos, medios…) y ver exactamente cuál es el grupo de frecuencias problemático.
Una vez localizado el problema, si lo hay, tocará resolverlo utilizando herramientas de control estéreo como Waves S1, Izotope Ozone Imager (Multibanda) o volver a la mezcla para corregir algún sonido concreto.
Balance de frecuencia (Macro y Micro)
Otro de los puntos en los que considero importante apoyarse en un analizador es el espectro de frecuencia.
El analizador del espectro te puede ayudar a nivel macro y micro:
– Configurando el analizador con una precisión baja, podremos comprobar el balance de frecuencia general del track. Esto nos permitirá saber si la canción tiene demasiados agudos, pocos graves, muchos medio-graves…
Cuando sea necesario, modificaremos el balance de frecuencia del track con un ecualizador suave.
– Por otra parte, configurando el analizador con una precisión muy alta, nos ayudará a encontrar problemas concretos como resonancias picos o valles de nivel en algunas frecuencias más concretas.
De nuevo utilizaremos un ecualizador con mucha precisión para atajar estos problemas, si los hay.
Un plugin gratuito que me gusta mucho para esta tarea es Span, de Voxengo.
Como siempre, nos apoyaremos en los analizadores y tomaremos las decisión final con el oído.
Dinámica y niveles
Por último, los medidores de nivel son la única opción para determinar los niveles de Pico, RMS, LUFS, etc… del track.
Necesitaremos apoyarnos en los medidores de pico para asegurarnos de que estamos aprovechando todo el rango dinámico disponible, pero que en ningún momento el track supera el nivel máximo de 0dBFS, porque todo el sonido que supere ese nivel será recortado.
Los medidores RMS te ayudarán a ver el rango dinámico del sonido, la diferencia entre los sonidos fuertes y los sonidos débiles. Una diferencia muy grande entre el nivel de Pico y el RMS puede dar la sensación de un sonido débil y una diferencia muy pequeña (rango dinámico pequeño) indicará que podemos tener un sonido aplastado, sobre-comprimido. De nuevo, equilibrio.
Finalmente, el medidor de LUFS te ayudará a cumplir con los niveles que solicitan las plataformas digitales como Spotify, Youtube, iTunes…
Actualmente el nivel promedio que solicitan las plataformas digitales es de 13LUFS.
El medidor nos ayudará a saber si estamos comprimiendo demasiado el master o si todavía tenemos margen.
Si quieres mejorar debes de ser metódico
Un problema que veo con mucha frecuencia es el de tratar de masterizar sin seguir un método, unos pasos.
Porque un día haces una técnica muy buena, un tratamiento M/S, un procesamiento paralelo… pero otro día se te olvida aplicarla. Otro día te lo pasas buscando entre tu lista de plugins cuál es la mejor opción y al final no avanzas en el Mastering. Otro día vas bien, pero de repente piensas en un procesamiento que le puede venir bien al track y el problema es que ese procesamiento era mejor hacerlo antes que otros que ya has hecho.
Y no lo critico, a mí me ha pasado. Y el problema es que al final acabas dando vueltas por el Mastering, sin tener un estilo propio, haciendo las cosas cada vez de una forma, tardando mucho, y sin saber cuándo puedes dar el track por acabado… porque al no seguir un método, unos pasos con principio y fin acabas cayendo en lo de «solo un retoque más». Cuando realmente tienes que tener clara cuál va a ser tu ruta durante el Mastering y tienes que tener los ruteos, los plugins y todas las herramientas preparadas antes de empezar.
¿Sabes a lo que me refiero?
Seguir un sistema te ayudará a centrarte en el Mastering, en el sonido. Porque todas las técnicas las habrás organizado previamente, todos los plugins los habrás seleccionado antes cuidadosamente y cada vez que aprendas algo nuevo o descubras un plugin mejor lo podrás integrar o reemplazar en tu sistema y seguir haciéndolo siempre, esa es la forma de progresar.
Por cierto, cuando hablo de método me refiero a seguir un sistema, unos pasos flexibles que te ayuden a guiarte en cada escalón del Mastering. Y lo ideal es que ese método lo diseñes a tu medida, bien desde cero, o bien basándote en el método de otra persona.
Y no me refiero a seguir un ABC estricto. Tienes que tener un método que te guíe pero que te de libertad para realizar los ajustes o activar los procesamientos que necesites en cada momento, porque cada mastering será diferente.
Las fases del Mastering
En línea con lo anterior voy a comentarte las fases que yo sigo a la hora de Masterizar.
Dentro de cada fase sigo unos pasos flexibles que adapto en función de cada track. Esto es algo que estudiamos en detalle en el Máster en Mastering, pero vamos a ver el concepto general.
Corrección
Es imprescindible corregir, limpiar y preparar cualquier track antes de tratar de mejorarlo.
No puedes aplicar una compresión sin haber limpiado primero las frecuencias innecesarias del track porque esas frecuencias, que realmente acabarás eliminando, estarán condicionando el comportamiento del compresor.
De la misma forma no puedes tratar de ajustar un excitador, un saturador o similar para destacar algún grupo de frecuencias sin haber corregido antes el balance de frecuencia del track.
Y, por poner otro ejemplo, no puedes ajustar un diseñador de transitoros si todavía tienes picos que molestan sin corregir.
Por lo tanto, en la primera fase del Mastering es aconsejable corregir todo lo necesario del track antes de empezar a mejorarlo.
En esta fase te apoyarás mucho en los analizadores para comprobar en balance de frecuencia del track, las resonancias, los picos y valles, la apertura estéreo, los sonidos fuera de fase…
Aquí son muy útiles los ecualizadores digitales paramétricos para hacer filtros muy precisos, con «Q» estrecha, y corregir las frecuencias necesarias sin afectar al resto. Ecualizadores con opción M/S son todavía más interesantes en esta fase.
Los ecualizadores de fase lineal también son muy útiles en esta fase para eliminar subgraves innecesarios de forma segura.
Las herramientas de control del estéreo te ayudarán a corregir sonidos fuera de fase, si los hay.
Y, en general, los compresores multibanda y M/S te permitirán corregir cualquier detalle teniendo el menor impacto posible en el resto de la canción.
Si hay que realizar alguna edición manual lo ideal es hacerla en esta fase.
Mejora
Una vez has corregido, limpiado y preparado el track, es el momento de mejorarlo.
En esta fase es donde hay que potenciar la emoción principal de la canción. Hay que potenciar las características del sonido para que saquen lo mejor del track.
Los excitadores multibanda, los saturadores, los expansores estéreo, los procesadores de graves, los diseñadores de transientes, los compresores, etc… son los procesadores que te ayudarán a exprimir el sonido en la dirección que requiera el tema.
– Si la canción es suave, utilizaremos quizá un estéreo un poco más estrecho, una saturación suave y cálida, unos agudos sedosos…
– Si la canción es agresiva, utilizaremos estéreos grandes, saturaciones más evidentes, agudos presentes…
– Si la canción destaca por sus sonidos graves, trataremos de destacarlos y reforzarlos
– Si el sonido principal de la canción es la voz, destacaremos las frecuencias que den protagonismo a la voz, trabajaremos la zona de MID para potenciar la voz (si lo requiere), trataremos las partes con coros para reforzar el mensaje…
Como ves, utilizando los mismos procesadores (excitador, saturador, ecualizador, compresor…), podemos dar diferentes matices al sonido. Estos matices son diferentes en cada canción.
Por eso te comentaba anteriormente la importancia de seguir un sistema flexible, que te guíe durante el Mastering pero que te permita exprimir al máximo cada track. No sirve eso de… «añade un saturador de cinta al 20%, inserta un compresor con el Ratio 2:1 y el ataque a 30ms…» eso no es un método, es un preset que no distingue lo que está procesando y que, por tanto, no está sacando el máximo partido a cada canción.
Loudness
Finalmente, en esta fase es donde tratamos la parte final de la dinámica.
Utilizamos compresores y limitadores, según sean necesarios, para determinar la dinámica del track.
En función de si se grabará a un CD, si se distribuirá en plataformas digitales, si se utilizará para vídeo, vinilo, etc… dejaremos un rango dinámico diferente.
En el caso de que la canción vaya destinada a diferentes medios podremos hacer versiones distintas.
Yo trabajo con canales de grupo: un canal de grupo para la correción, otro para la mejora y otro para el loudness. Cada canal está conectado entre sí, así que el track pasa por corrección, después por mejora y finalmente por loudness. Los analizadores los tengo un canal auxiliar a parte para que midan tanto el track a masterizar como los tracks de referencia.
De esta forma, con los grupos, puedo apagar los procesadores de corrección, mejora o loudness y ver de forma independiente qué impacto están teniendo en el sonido.
Y en línea de lo que estaba comentando, puedo crear diferentes canales de loudness, donde ajustaré los procesadores de forma diferente para obtener la versión de cada plataforma.
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Acerca del Autor de esta entrada, Daniel López.
Ayudo a técnicos y productores a conseguir un sonido profesional enseñándoles a dominar técnicas de Mezcla y Mastering paso a paso.